EVERGREEN TERRACE - Sending Signals
Hay que reconocer que esta versión del Karate Kid que conocemos es cuanto menos cachonda. Y además de divertida, es sin lugar a dudas un temón. ¡Bravo!
La desconfianza hacia este trabajo proviene de una trayectoria que parecía un claro camino hacia la comercialización, ya que `Suicide Season´ y principalmente su idolatrado vocalista Oliver Sykes, comenzaron atrayendo a un público muy diferente y se podría decir que pasarían a ser los nuevos “ídolos de las vírgenes”. Esto nada tiene que ver con el tremendo paso que finalmente darían sus dos últimos LP´s. Desaparecen los tintes dethcore que en mi opinión, nunca fueron nada que destacase dentro del género salvo su crudo y pésimo sonido, y pasarían a crear un estilo mucho más personal y característico, con temas bailones como `The Comedown´ o `Chelsea smile´, también manteniendo una cara más bruta y elaborada en otros como `Football Season Is Over´ o `Sleep With One Eye Open´, y en general dando un nuevo toque melancólico. Independientemente del nuevo aire o nuevo género de Bring Me The Horizon; sus estribillos pegadizos, sus letras provocadoras, alguna secuencia electrónica y, muy a mi pesar, la nueva estética de su vocalista entre las nenas… pasaron a recibir un abanico mucho más amplio de público y a ser un grupo mucho más mediático y conocido.
A mediados de 2009 la banda concedió una entrevista en el magazine Kerrang, donde anunciarían su último trabajo otra vez en manos de Frederik Nordstrom, (mismo productor que `Suicide Season´), y la nueva incorporación de Jona Weinhofen (I Killed The Prom Queen), dándole un peso importante dentro de la formación ya que este se haría cargo, no solo de la guitarra rítmica, sino también de unas segundas voces y unos acompañamientos con el teclado, avisando en éste momento de la futura presencia de secuencias electrónicas dentro del disco. Pero llegados a este punto nos encontramos aquí y ahora con un `There Is A Hell, Believe Me I´ve Seen It, There Is A Heaven Lets Keep It In A Secret´ que nos ha hecho tragar a más de uno las expectativas que teníamos sobre su carrera. Tras el lanzamiento del single ´It Never Ends´ nos han demostrado de lo que son capaces.
Para compensar un poco la decepción, decir que el batería James Cassell estuvo preciso y si no llega a ser por él, hubiésemos pensado que estábamos viendo a un grupo madrileño haciendo covers de Asking Alexandria. Sin duda lo mejor de la noche, al menos para mí, descubrir a unos “Okinawa” que sin ser el séptimo cielo, trabajaron y estuvieron a la altura de telonear a unos cabeza de cartel que no se merecen entrar ni en el menú de un bar de carretera. Ya veremos si en el Groezrock nos dejan otro sabor de boca.